Tenerife.

Antes de partir para Asia, disfrutamos de unos dias en la Isla de Tenerife. Sus gentes siempre con ese toque caribeño, y sobre todo su comida, nos dieron placenteramente la bienvenida, consiguiendo que sea necesario sentir esta tierra como la propia.

Antes de acudir a la boda, necesitabamos sacudirnos el monótono verano de Torrejón, y qué mejor sitio que la playa nudista de Las Gaviotas, donde su arena negra nos envolvió, pero a base bien, quedé con la plantas de los pies quemadas.

Despues de tanta poesía, el cuerpo pedía birrita, eso junto a nuestro estómago vacio, hicieron que el horizonte se ampliase.

Si vais a la isla de Tenerife, no será una visita completa si no os dejáis caer hasta Taganana, y continuaís hasta la playa de Benijos a comeos un pescaito, o un guiso de pulpo que lo flipas, con el telón de fondo de los Roques de Anaga. Cuanto dices que vale?, menos de lo que pagarías en un restaurante-que-te-tango-pero-mi-plato-es muy-grande-y-por-eso-parece-que-te-he-echado-poca-comida. Un lujo obrero vamos.

Y aquí terminó nuestro corto periplo. Despues pisamos terreno de boda en Los Cristianos, y ..........eso ya es otra historia.